domingo, 20 de noviembre de 2016

Unos días en Sofia, Bulgaria

Escapada para descubrir Sofia y el Monasterio de Rila


Tres días por Sofia, no son suficientes para conocer el país ni su cultura, pero nos hacemos una buena idea de la encrucijada de culturas que ha disfrutado este territorio a lo largo de la historia.
Todavía perduran recuerdos de su periodo comunista impuesto por la Unión Soviética en muchos de sus monumentos, iglesias, esculturas y edificios que hay por la ciudad. Como el todavía alfabeto cirílico utilizado por los Búlgaros, que confunde tanto a los viajeros al utilizar el trasporte público y al ver las cartas de los restaurantes y puestos de comida.
Pero también se hacen notar el resto de culturas y religiones que han convivido en la ciudad, ya que nos podemos encontrar mezquitas, sinagogas, iglesias católicas y otomanas, al igual que en su gastronomía con influencia turca, griega y de los países balcánicos.

sábado, 5 de noviembre de 2016

San Marino. La Republica más antigua del mundo

Visitamos la República más antigua del mundo



Aprovechando nuestra estancia en la Romagna, Italia, tenemos muy cerquita la República de San Marino, así que podemos darnos el lujo de cambiar de país en pocos kilómetros.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Pais Vasco Francés

País Vasco Francés

Aprovechamos un fin de semana para conocer lo que se conoce como País Vasco
francés y parte de Navarra.
Cambiamos un poquito el plan por la posible lluvia (que no llovio) y sustituimos nuestra idea inicial de hacer la famosa subida del tren de La Rhune y ver Sare, por visitar la cueva de Urdax y los pueblos de Urdax y Zugarramurdi en la parte de Navarra.




martes, 27 de octubre de 2015

Irlanda del Norte

Irlanda de Norte


Aprovechando la estancia por Dublin, hacemos un pequeño recorrido por Irlanda del Norte, ya que estamos verdaderamente cerca, a solo 2 horas de su capital Belfast. Toda la costa de por si es increíble, pero nos centramos en los puntos de mayor interés.

Puente colgante Carrick-a-Rede


Este puente de madera colgado a 30 metros del suelo nos une con la isla de Carrick que da el nombre a su puente. Es tan solo de 20 metros de largo, pero la sensación y el balanceo del puente hacen que merezca la pena.
Cuesta 5 euros el poder entrar y pasar el puente, pero ya que estamos aquí hay que hacerlo, que no creo que vuelva.