lunes, 26 de agosto de 2013

Bled

A 50 km de la capital Eslovena, Ljubliana, se encuentra la ciudad de Bled, en mitad de los alpes julianos y con unos parajes increíbles.

Lo que la hace especial es su lago con una pequeña isla en medio donde se encuentra una igleia, que puedes llegar a ella a través de una barca o alquilando un bote y poniéndote a remar.




Llegamos tempranito a Bled, hay un poco de caravana para entrar al pueblo, y vamos descubriendo que es bastante turístico, casi imposible aparcar gratis, así que nos toca apoquinar para poder dejar el coche en un parking-campa que un señor se había montado, 4 Euros todo el día.

Las primeras vistas nos impresionan y no dejamos de hacer fotos, no solo es el lago lo que sorprende, sino donde están situados su castillo y la iglesia. Uno en una montaña encima de las rocas y la otra en una isla en medio del lago que lo hace bastante especial por su particularidad.




Para poder aprovechar el tiempo nos alquilamos unas bicis por 3 Euros la hora y poder pasear y hacer todo el recorrido alrededor del lago, disfrutando pero sin cansarnos mucho, vale la pena porque andando tiene su caminata.

La gente toma el sol en sus alrededores y se meten al lago, la verdad, es que la limpieza del agua invita a un chapuzón. Nosotros nos unimos a ellos y montamos nuestro picnic a la española, con nuestra tortillita de patata, que después de tres días en una fiambrera tatatachan olía a podrido que no veas, así que cambiamos el menu y nos acercamos al supermercado a por otros manjares.

                                 

Después de pasar tres días recorriendo el país, ha sido lo que más nos a sorprendido, lo que más nos ha gustado y donde más carrete de fotos hemos gastado jeje es un sitio que no decepciona para pasar una fantástica mañanita.


No hay comentarios:

Publicar un comentario