domingo, 20 de noviembre de 2016

Unos días en Sofia, Bulgaria

Escapada para descubrir Sofia y el Monasterio de Rila


Tres días por Sofia, no son suficientes para conocer el país ni su cultura, pero nos hacemos una buena idea de la encrucijada de culturas que ha disfrutado este territorio a lo largo de la historia.
Todavía perduran recuerdos de su periodo comunista impuesto por la Unión Soviética en muchos de sus monumentos, iglesias, esculturas y edificios que hay por la ciudad. Como el todavía alfabeto cirílico utilizado por los Búlgaros, que confunde tanto a los viajeros al utilizar el trasporte público y al ver las cartas de los restaurantes y puestos de comida.
Pero también se hacen notar el resto de culturas y religiones que han convivido en la ciudad, ya que nos podemos encontrar mezquitas, sinagogas, iglesias católicas y otomanas, al igual que en su gastronomía con influencia turca, griega y de los países balcánicos.


Monasterio de Rila

Uno de los motivos principales para el viaje a Sofia, era la visita del Monasterio de Rila. A 120 km de la capital se puede visitar esta maravilla que es Patrimonio de la Humanidad desde 1983.
Para llegar se puede ir autobús desde la estación de Ovcha Kupel que sale todos los días a las 10:20. A la estacion de autobus se llega con el tranvía nº 5. El autobús hace el viaje de vuelta a las 15:00, da tiempo de sobra para poder visitarlo. Basta con ver fotos para querer ir.


Puntos de interés de Sofía

El centro se puede visitar en un día tranquilamente andando, ya que todos los monumentos están relativamente cerca, no os podéis perder:



- Catedral de Alexander Nevsky (icono de la ciudad)
- Iglesia de Santa Sofia
- Parlamento
- Teatro Nacional Ivan Vazov
- Mezquita Banya Bashi
- Sinagoga
- Plaza Sveta
- Iglesia Sveti Georgi y yacimiento romano
- El mercado central y el mercado de las mujeres (mucha más auténtico el segundo)


A las afueras de la ciudad:

Hice un pequeño recorrido en Bicicleta para ver los parques de Borisova Gradina y South Park, los grandes pulmones de la ciudad. Recorrer los barrios menos turísticos y poder ver la vida cotidiana de los búlgaros. Y acabar en la Iglesia de Boyana, a las afueras de la ciudad y famosa por sus frescos del año 1200 declarados Patrimonio de la Humanidad. Recorrer los barrios menos turísticos y poder ver la vida cotidiana de los bulgaros.

Lo mejor de todo es que gracias al cambio de moneda, LEV, los precios en alojamiento y comida son bastantes bajos, con lo que disfrutas el doble!!

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